viernes, 3 de junio de 2016

ARTÍCULO FINAL DE LITERATURA (MODIFICADO)

Llega el final del curso, y con él; como cada año, el final del recorrido por esta apasionante asignatura. La literatura infantil, asignatura que ha estado presente en la vida de todos los que hemos pasado por aquí, pero hasta este año no hemos podido ser conscientes de la importancia que ha tenido, tiene y tendrá siempre en la vida de los niños; o por lo menos eso es lo que me ha ocurrido a mí.  Niños que un día serán adultos y gracias a la literatura, su personalidad y su forma de ver el mundo serán de una forma u otra.
Son muchos los contenidos que hemos tratado, analizado, y trabajado durante estos meses. Hemos leído, redactado, investigado e incluso nos hemos grabado; y todo para entender de una vez por todas, el papel tan fundamental que la literatura, a partir de hoy, tendrá en nuestro futuro como maestras, y en el futuro de los que el día de mañana, serán nuestros alumnos.
Como he dicho anteriormente, han sido muchos los contenidos que hemos visto a lo largo de estos meses; pero todo tiene un comienzo y unas bases; y para entender dicho contenidos primero debemos conocer qué vamos a estudiar.
La literatura infantil y juvenil; es así como se clasifica, es hoy en día un género literario más. Tiene la misma importancia y el mismo valor que cualquier otro tipo de género literario, aunque esto haya tardado años en conseguirse. Éste género nace, se crea y sobrevive, gracias al reclamo del niño. Es él y su mundo el que hacen que este género sea a día de hoy lo que es.
Pero, ¿de dónde viene y dónde nace la literatura infantil que hoy en día conocemos?
Las historias, los cuentos, las hazañas y las canciones, existen desde que existe el ser humano, y desde que éste es capaz de expresarse oralmente con sus iguales. Es en el año 1846, cuando se produce el origen de la palabra “folclore” para recoger en dicho término todos aquellos aspectos de la cultura popular que tienen una cercana relación con la literatura y sobre todo aquellos que pueden aplicarse y utilizarse en los alumnos de Educación Infantil.
El folclore, presenta tres características fundamentales, que le diferencias de otro tipo de “antigüedades populares”. Estas características son: el anonimato, debido a que los cuentos se narraban de generación en generación de manera oral. Nunca había constancia ni evidencias de quien fue la primera persona que conto una historia. La segunda característica es la oralidad; la esencia del folclore  está en que se transmite de manera oral. Y por último la multiplicidad de variantes, es decir, toda historia de modifica a medida que pasa de generación en generación, cada persona le da un toque personal a la historia, cambia algo, añade algo o se inventa algo.
Del folclore, debemos destacar la importancia que tiene en nuestra sociedad, ya que la tradición oral que va pasando de generación en generación, es la historia de nuestro pasado, de nuestra cultura. Es nuestro origen de dónde venimos y por qué hoy somos quien somos. Este hecho hace que también sea fundamental su presencia en nuestras aulas; además de todos los aspectos que un niño puede trabajar y desarrollar gracias a dicho folclore.
Como futuras maestras, y después de la importancia que tiene la afectividad y las relaciones con los otros; no debemos dejar a un lado la incorporación de la literatura oral en nuestras aulas. Y no solo por trabajar el pasado de dónde venimos, en este caso de dónde vienen los niños; sino que además hay un aspecto crucial en estas edades, que gracias a los textos orales puede trabajarse y desarrollarse de forma natural. Dicho aspecto es la afectividad. Afectividad que se trabaja tanto con la expresión oral como con el contacto  con los otros y la reflexión personal de lo que se está contando.
Pero ésta incorporación en la aulas de la tradición oral no se hizo porque sí ni de manera espontánea. Gracias a la dedicación de personas que han sido relevantes en la historia de la literatura, hoy en día somos capaces de afirmar que ésta, es un elemento necesario, vital e insustituible de las aulas actuales. Algunas de estas personas, que siglos atrás creyeron en los niños, en su mundo, en su pensamiento, en su desarrollo y en su forma de ver la vida; consiguieron acercar la literatura a estas pequeñas personitas que tan capaces eran de interiorizarla y darle un sentido.
Dichos personajes que hoy en día son muy conocidos e importantes debido a los cambios y aportaciones que han hecho en el mundo de la literatura infantil con clásicos como: Caperucita roja, El soldadito de plomo, La Bella o la Bestia y El patito feo, etc. algunos de estos personajes son: Charles Perrault, Los hermanos Grimm, Hans Christian Andersen, Fernán Caballero o Saturnino Calleja. Todos y cada uno de estos escritores, se dedicaron a recopilar historias que se transmitían de forma oral de generación en generación; y las adaptaron y las escribieron cambiando algunas cosas; dándole así su toque personal. Ninguno de estos recopiladores de historias, se inventó los cuentos, que hoy en día llevan como autor su nombre. Todas esas historias fueron creadas siglos atrás por personas anónimas, que simplemente crearon una historia de vivencias o de anécdotas que en esa época le ocurrían. Con el único fin de hacer disfrutar a sus oyentes. Porque así es como nace la literatura; con el disfrute de los oyentes de historias fantásticas y con la invención de esas historias por parte de los narradores que disfrutaban haciendo disfrutar a los otros.
Esta es una cualidad de la literatura, que siempre debe estar presente en nuestra aula pero también en la intención que cada uno de nosotros tenemos con el uso de la literatura en la educación. El objetivo principal que se persigue es el disfrute. El niño debe disfrutar para aprender, es decir, debe deleitarse con las historias, y ser capaz de interiorizar y reflexionar sobre los temas que en cada historia se tratan. El niño debe hacer una reflexión personal, y recalco personal, porque debe partir de él, el aprendizaje que se saque de cada historia. Nunca debe ser el maestro el que le diga a un alumno con qué debe quedarse, qué debe aprender o que le ha tenido que llamar la atención de una historia. La literatura es muy subjetiva y personal, y eso es algo que en la educación es difícil de comprender. Estamos en un momento  en el que queremos enseñar todo tiempo de conocimientos a los niños, nos hemos vuelto avariciosos hasta para eso. Queremos enseñarles muchos más contenidos en menos tiempo. Pero  el problema no es ese, el problema es que siempre quereos enseñarles; olvidándonos de la esencia de que aprendan por ellos mismo, de que construyan su propio conocimiento de que sean ellos  los que decidan qué quieren aprender, qué es importante para su vida y con qué desean quedarse. Nosotros debemos acompañarles en esta construcción y en esta recopilación de contenidos.
Como vengo diciendo a lo largo del artículo, y una idea, que me ha quedado más que clara a medida que avanzaba la asignatura; es que la literatura tiene que estar presente en las aulas. Para que esto ocurra debemos ser maestros/as con iniciativa propia, además de originales, creativos y pioneros en este ámbito. Para ello debemos ser capaces de saber qué tipo de literatura queremos en nuestras aulas. Pero antes debemos conocer a nuestros pequeños oyentes y cuáles son las características que presentan.
Una de las cualidad fundamentales que hacen que un maestro sea un buen maestro, es la capacidad de adaptación respecto a los niños con lo que trabaja. Como futuros maestros debemos ser capaces de interpretar y de conocer las características e intereses de nuestros alumnos. Pues con la literatura ocurre lo mismo. Para saber qué tipo de literatura debemos tener presente en el aula, debemos conocer previamente los alumnos con los que vamos a convivir. Debemos saber con qué edad vamos a trabajar  las características generales que dicha edad presenta, tanto desde el punto de vista cognitivo, como desde los intereses y el disfrute de los niños. En función de la edad, los intereses y la interpretación de los temas son de un modo u otro, pues  como ya sabemos dependiendo de la edad presentan un desarrollo madurativo específico. Para ello debemos conocer que características se ajustan mejor al momento que el niño está viviendo, es decir, tenemos que ser capaces de hacer una correcta elección de los libros con los que queremos contar en nuestra biblioteca. Esa correcta elección se hará siempre y cuando analicemos tanto el interior como los aspectos externos como los internos. Respecto a los internos es imprescindible tener en cuenta las ilustraciones y las tipografías, las cuales varían respecto a la edad a la que están dedicados esos libros. Y por otro lado no podemos olvidarnos de los aspectos internos, los cuales son también fundamentales. No debemos olvidarnos del tema principal del texto, de la estructura que presenta, de cuáles son los protagonistas y de los valores o contravalores que el texto tiene de forma intrínseca.
Es fundamental, que cómo futuros maestros hagamos una adecuada y meticulosa selección de libros. No podemos decidir qué libros son buenos o no para nuestros alumnos basándonos en cosas irrelevantes como “me gusta la portada”, “qué título tan bonito”. Debemos ser profesionales y basarnos en aspectos teóricos para poder alcanzar de forma más exitosa el objetivo que nos hemos planteado al principio; que lo niños disfruten con la literatura.
Pero aquí no acaba nuestra labor, pues una vez seleccionados los libros que creemos convenientes y necesarios para nuestra aula, éstos deben ser contados. Es entonces cuando volvemos a entrar en juego. La forma y los recursos que utilicemos para contar y transmitir dichos libros, influirá decisivamente en el interés de los niños por la literatura. Son varias las estrategias a las que podemos recurrir para ello.
En primer lugar tenemos el cuentacuentos. Es una técnica, en la que el maestro con el único recurso con el que cuenta es con su voz y su expresión corporal. Transmitir una historia y despertar el interés en los niños es realmente complicado pero a la vez una experiencia enriquecedora para ambos. Para el que transmite la historia y para el que la escucha, pues se crea una relación afectiva realmente gratificante en la que la imaginación, la creatividad, la oralidad y la relación con los otros están constantemente presentes. Dentro de la estrategia de cuentacuentos, nosotros los maestro, contamos con numerosas técnicas para enfocar de un modo u otro la transmisión de las historias.
La segunda estrategia que hemos trabajado, y yo personalmente más a fondo; ha sido la narración con libros. La cual como bien indica el nombre, consiste en narrar un libro, utilizando éste como recurso. El maestro debe narrar la historia y no leerla. ¿Y cuál es la diferencia? Que durante la narración, el maestro tiene la libertad de modificar, o añadir algo de contenido; extenderse en una parte del libro o pasar por encima otra. Lo bueno de esta estrategia, es que tenemos la libertad de encaminar el cuento hacia un recorrido u otro en función de los intereses y del disfrute que los niños estén demostrando en el momento de la narración.
Y por último, tenemos la lectura. El maestro se dedicará a leer lo que en el cuento se dice con el fin de transmitir la historia tal y como está escrita. En este caso no existen modificaciones; ni se añade contenido ni se quita.
Las tres estrategias tienen una cosa en común. Todas deben ser practicadas por parte del maestro. El día de mañana cuando tengamos que contar un libro o una historia debemos hacerlo utilizando una de estas estrategias. Pero antes debemos preparárnoslas, para que el día que la utilicemos con nuestros alumnos, lo hagamos de forma adecuada y que los objetivos que nos hemos planteado sean conseguidos.
Otra de las cosas, en las que hemos puesto el acento durante este cuatrimestre, ha sido a la creación literaria de textos infantiles con niños y para niños. Hoy en día, tenemos la suerte de contar con una amplísima oferta editorial de literatura infantil con la que podemos formar una variada biblioteca. Pero en muchos colegios la falta de recursos económico dificulta este hecho. Como buenos maestros y amantes de la educación, no debemos permitir que esto afecte a nuestro objetivo de acercar la literatura  a las aulas de infantil.
Este nuevo recurso, como he dicho anteriormente puede ser con los niños o para los niños. Pueden ser ellos los dueños de sus propias historias y los creadores de éstas. O también podemos ser nosotros los que, basándonos en los gustos e intereses de los niños, los que creemos los libros. Para esta creación podemos recurrir a los textos en verso,  textos en prosa y a creaciones literarias. Dentro de cada género podemos encontrar muchos recursos con los que podemos contar para crear infinidad de libros.
Además, crear libros con tus alumnos favorece la relación que se tiene con estos, la relación entre ellos y la confianza en sí mismos y en los otros. Le da un toque especial y único a la biblioteca del aula, y a todo ello se le suma la iniciación (mediante el placer de hacerlo) a la lectura y a la escritura. No debemos olvidarnos tampoco de la imaginación, la cual juega un papel crucial en la creación de textos. En este ámbito pueden ser ellos mismos y exponernos de forma libre y lúdica qué sienten, qué les gusta, cuáles son sus sueños y también sus miedos.
Por último, una de las cosas que hemos tenido que hacer durante esta asignatura, ha sido la creación de una biblioteca de aula. Nuestra biblioteca ideal. Debíamos pensar, analizar y reflexionar acerca de cómo sería dicha biblioteca y que cosas no debían faltar en ella.
Ya estábamos en el final de la asignatura cuando tuvimos que hacer dicha creación, por lo que debíamos poner en práctica todo lo que sabíamos, todo lo que Irune nos había contado y todo lo que habíamos vivido.
Bien es cierto, que las bibliotecas de aula, son un requisito fundamental en las aulas de infantil, pero, ¿Qué importancia se le da?, ¿todas las aulas tienen el mismo tipo de biblioteca?
Gracias a las prácticas que pude disfrutar en Febrero; vi “más de cerca” una biblioteca para alumnos de 5-6 años. Una estantería, varios libros y un cartel en el que se hacía un seguimiento de los libros que tenía dicha biblioteca. Nunca, y cuando digo nunca es nunca, se contó un libro en mi clase. Un mes estuve esperando a que llegase ese momento, y llegó. Pero llegó de mi mano. He de decir que desde que empecé la carrera he ido adorando los libros, las historias que cuentan, los valores ocultos, y las ilustraciones con las que nos enamoran. Adoro como un niño puede llegar a ser tan feliz con una historia bien contada. Como sueñan, imaginan, viven, sufren y disfrutan con todo lo que a los personajes les ocurre. Es un verdadero placer ver eso. Y yo tuve la suerte de verlo, pero como he dicho  antes, lo vi el día que cogí un libro, me senté en el suelo y esperé. Se fueron acercando los niños, hasta que acabe con veintiocho pares de ojos mirándome y veintiocho bocas bien abiertas. Fue un momento genial, pero cuando salí de allí, la tristeza se apoderó de mí. ¿Por qué la maestra no le dio vida a aquella biblioteca? ¿Por qué no les leía libros a sus alumnos? ¿Por qué no alimentó y fomentó la presencia de la literatura en su día a día?
En el bloque 5, Irune nos han transmitido la importancia de una biblioteca viva en las aulas. No podemos llamar biblioteca a una estantería con cuatro libros. No, eso no es una biblioteca. Una biblioteca es la que está formadas por libros de todo tipo, libros pensados y analizados para que se ajusten a la edad con la que trabajamos. Libros literarios, paraliterarios (los cuales tienen como fin enseñar algo), creaciones hechas por ellos y por nosotros, revistas y libros personales (que cada niño trae). Pero además debe tener una ambientación. Debemos pensar en el rincón en el que estará, que iluminación tendrá, cuánto de cómodo será para los alumnos, cómo se dispondrán y que animación vamos a llevar a cabo. Porque la literatura no debe ser leída, debe ser contada; debe transmitirse con amor, con cariño, con dulzura y con respecto. Así, cada oyente podrá recopilar lo mejor de las historias y sobretodo disfrutará del tiempo que esté en la biblioteca; deseando volver a él una vez que lo haya abandonado.
Para finalizar con este artículo, con la asignatura y con el curso; he de decir que es cierto, que no sabía lo importante que era la literatura en nuestras vidas hasta que no he profundizado en esta asignatura. Pero es que no solo he podido descubrir eso, sino que además he podido interiorizar y despertar en mí esa ilusión y ese afán por trasmitirla de la mejor forma posible. Y esto he de agradecérselo a mi profesora Irune. Gracias por inculcarnos un poquito de todo el amor que sientes tú por lo que haces. Por transmitirnos las ganas de seguir soñando y luchando por lo que nos gusta y por creer en nosotros. Pero gracias por hacernos sentir especiales y únicos.
Estoy muy orgullosa del trabajo realizado, de la dinámica que hemos llevado a cabo, de haber tenido la suerte de disfrutar de una asignatura como esta y de que me haya tocado una profesora cómo la que me ha tocado. Siempre es un placer encontrar a personas que aman lo mismo que amas tú.
Aquí acaba mi paso por segundo y mi paso por la asignatura de Literatura Infantil; pero no acaba aquí mi amor por la educación, mi amor por la vida, mi amor por los niños y mi amor por todo lo bueno que la literatura hace surgir en las personas.

Y por último, utilizo esta última entrada para recalcar la importancia de los buenos amigos. yo tengo la suerte de haber contados con mis cuatro pilares fundamentales. siempre han estado y están ahí, para juntos superarlo todo. Gracias Carolina, Marta, Andrea y nuestro chico Iván; por quererme y cuidarme siempre.

Gracias y hasta pronto. 

Y aquí os dejo todas las páginas a las que yo he acudido para informarme y "empaparme" acerca de la información más importante y relevante de mis futuros años como maestra. Han sido muchas las cosas que me llevo para aplicar en mi futuro, pero sin dudarlo, las dos que mas destaco son: la selección de libros en función de la edad y la importancia de la literatura y la forma de transmitir esta en la vida de los niños.

http://www.eumed.net/rev/ced/05/fbg2.htm

http://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/miedos/los-miedos-de-los-ninos-segun-su-edad/

http://psicodiagnosis.es/areageneral/ciclo-evolutivo/los-miedos-infantiles/index.php

http://www.bakelan.net/contesp/familias/LA%20LITERATURA%20INFANTIL.pdf

LABAJO, I. (2016). Apuntes Literatura Infantil. CSEU La Salle (Madrid).

miércoles, 1 de junio de 2016

ARTÍCULO FINAL DE LITERATURA.

Llega el final del curso, y con él; como cada año, el final del recorrido por esta apasionante asignatura. La literatura infantil, asignatura que ha estado presente en la vida de todos los que hemos pasado por aquí, pero hasta este año no hemos podido ser conscientes de la importancia que ha tenido, tiene y tendrá siempre en la vida de los niños; o por lo menos eso es lo que me ha ocurrido a mí.  Niños que un día serán adultos y gracias a la literatura, su personalidad y su forma de ver el mundo serán de una forma u otra.
Son muchos los contenidos que hemos tratado, analizado, y trabajado durante estos meses. Hemos leído, redactado, investigado e incluso nos hemos grabado; y todo para entender de una vez por todas, el papel tan fundamental que la literatura, a partir de hoy, tendrá en nuestro futuro como maestras, y en el futuro de los que el día de mañana, serán nuestros alumnos.
Como he dicho anteriormente, han sido muchos los contenidos que hemos visto a lo largo de estos meses; pero todo tiene un comienzo y unas bases; y para entender dicho contenidos primero debemos conocer qué vamos a estudiar.
La literatura infantil y juvenil; es así como se clasifica, es hoy en día un género literario más. Tiene la misma importancia y el mismo valor que cualquier otro tipo de género literario, aunque esto haya tardado años en conseguirse. Éste género nace, se crea y sobrevive, gracias al reclamo del niño. Es él y su mundo el que hacen que este género sea a día de hoy lo que es.
Pero, ¿de dónde viene y dónde nace la literatura infantil que hoy en día conocemos?
Las historias, los cuentos, las hazañas y las canciones, existen desde que existe el ser humano, y desde que éste es capaz de expresarse oralmente con sus iguales. Es en el año 1846, cuando se produce el origen de la palabra “folclore” para recoger en dicho término todos aquellos aspectos de la cultura popular que tienen una cercana relación con la literatura y sobre todo aquellos que pueden aplicarse y utilizarse en los alumnos de Educación Infantil.
El folclore, presenta tres características fundamentales, que le diferencias de otro tipo de “antigüedades populares”. Estas características son: el anonimato, debido a que los cuentos se narraban de generación en generación de manera oral. Nunca había constancia ni evidencias de quien fue la primera persona que conto una historia. La segunda característica es la oralidad; la esencia del folclore  está en que se transmite de manera oral. Y por último la multiplicidad de variantes, es decir, toda historia de modifica a medida que pasa de generación en generación, cada persona le da un toque personal a la historia, cambia algo, añade algo o se inventa algo.
Del folclore, debemos destacar la importancia que tiene en nuestra sociedad, ya que la tradición oral que va pasando de generación en generación, es la historia de nuestro pasado, de nuestra cultura. Es nuestro origen de dónde venimos y por qué hoy somos quien somos. Este hecho hace que también sea fundamental su presencia en nuestras aulas; además de todos los aspectos que un niño puede trabajar y desarrollar gracias a dicho folclore.
Como futuras maestras, y después de la importancia que tiene la afectividad y las relaciones con los otros; no debemos dejar a un lado la incorporación de la literatura oral en nuestras aulas. Y no solo por trabajar el pasado de dónde venimos, en este caso de dónde vienen los niños; sino que además hay un aspecto crucial en estas edades, que gracias a los textos orales puede trabajarse y desarrollarse de forma natural. Dicho aspecto es la afectividad. Afectividad que se trabaja tanto con la expresión oral como con el contacto  con los otros y la reflexión personal de lo que se está contando.
Pero ésta incorporación en la aulas de la tradición oral no se hizo porque sí ni de manera espontánea. Gracias a la dedicación de personas que han sido relevantes en la historia de la literatura, hoy en día somos capaces de afirmar que ésta, es un elemento necesario, vital e insustituible de las aulas actuales. Algunas de estas personas, que siglos atrás creyeron en los niños, en su mundo, en su pensamiento, en su desarrollo y en su forma de ver la vida; consiguieron acercar la literatura a estas pequeñas personitas que tan capaces eran de interiorizarla y darle un sentido.
Dichos personajes que hoy en día son muy conocidos e importantes debido a los cambios y aportaciones que han hecho en el mundo de la literatura infantil con clásicos como: Caperucita roja, El soldadito de plomo, La Bella o la Bestia y El patito feo, etc. algunos de estos personajes son: Charles Perrault, Los hermanos Grimm, Hans Christian Andersen, Fernán Caballero o Saturnino Calleja. Todos y cada uno de estos escritores, se dedicaron a recopilar historias que se transmitían de forma oral de generación en generación; y las adaptaron y las escribieron cambiando algunas cosas; dándole así su toque personal. Ninguno de estos recopiladores de historias, se inventó los cuentos, que hoy en día llevan como autor su nombre. Todas esas historias fueron creadas siglos atrás por personas anónimas, que simplemente crearon una historia de vivencias o de anécdotas que en esa época le ocurrían. Con el único fin de hacer disfrutar a sus oyentes. Porque así es como nace la literatura; con el disfrute de los oyentes de historias fantásticas y con la invención de esas historias por parte de los narradores que disfrutaban haciendo disfrutar a los otros.
Esta es una cualidad de la literatura, que siempre debe estar presente en nuestra aula pero también en la intención que cada uno de nosotros tenemos con el uso de la literatura en la educación. El objetivo principal que se persigue es el disfrute. El niño debe disfrutar para aprender, es decir, debe deleitarse con las historias, y ser capaz de interiorizar y reflexionar sobre los temas que en cada historia se tratan. El niño debe hacer una reflexión personal, y recalco personal, porque debe partir de él, el aprendizaje que se saque de cada historia. Nunca debe ser el maestro el que le diga a un alumno con qué debe quedarse, qué debe aprender o que le ha tenido que llamar la atención de una historia. La literatura es muy subjetiva y personal, y eso es algo que en la educación es difícil de comprender. Estamos en un momento  en el que queremos enseñar todo tiempo de conocimientos a los niños, nos hemos vuelto avariciosos hasta para eso. Queremos enseñarles muchos más contenidos en menos tiempo. Pero  el problema no es ese, el problema es que siempre quereos enseñarles; olvidándonos de la esencia de que aprendan por ellos mismo, de que construyan su propio conocimiento de que sean ellos  los que decidan qué quieren aprender, qué es importante para su vida y con qué desean quedarse. Nosotros debemos acompañarles en esta construcción y en esta recopilación de contenidos.
Como vengo diciendo a lo largo del artículo, y una idea, que me ha quedado más que clara a medida que avanzaba la asignatura; es que la literatura tiene que estar presente en las aulas. Para que esto ocurra debemos ser maestros/as con iniciativa propia, además de originales, creativos y pioneros en este ámbito. Para ello debemos ser capaces de saber qué tipo de literatura queremos en nuestras aulas. Pero antes debemos conocer a nuestros pequeños oyentes y cuáles son las características que presentan.
Una de las cualidad fundamentales que hacen que un maestro sea un buen maestro, es la capacidad de adaptación respecto a los niños con lo que trabaja. Como futuros maestros debemos ser capaces de interpretar y de conocer las características e intereses de nuestros alumnos. Pues con la literatura ocurre lo mismo. Para saber qué tipo de literatura debemos tener presente en el aula, debemos conocer previamente los alumnos con los que vamos a convivir. Debemos saber con qué edad vamos a trabajar  las características generales que dicha edad presenta, tanto desde el punto de vista cognitivo, como desde los intereses y el disfrute de los niños. En función de la edad, los intereses y la interpretación de los temas son de un modo u otro, pues  como ya sabemos dependiendo de la edad presentan un desarrollo madurativo específico. Para ello debemos conocer que características se ajustan mejor al momento que el niño está viviendo, es decir, tenemos que ser capaces de hacer una correcta elección de los libros con los que queremos contar en nuestra biblioteca. Esa correcta elección se hará siempre y cuando analicemos tanto el interior como los aspectos externos como los internos. Respecto a los internos es imprescindible tener en cuenta las ilustraciones y las tipografías, las cuales varían respecto a la edad a la que están dedicados esos libros. Y por otro lado no podemos olvidarnos de los aspectos internos, los cuales son también fundamentales. No debemos olvidarnos del tema principal del texto, de la estructura que presenta, de cuáles son los protagonistas y de los valores o contravalores que el texto tiene de forma intrínseca.
Es fundamental, que cómo futuros maestros hagamos una adecuada y meticulosa selección de libros. No podemos decidir qué libros son buenos o no para nuestros alumnos basándonos en cosas irrelevantes como “me gusta la portada”, “qué título tan bonito”. Debemos ser profesionales y basarnos en aspectos teóricos para poder alcanzar de forma más exitosa el objetivo que nos hemos planteado al principio; que lo niños disfruten con la literatura.
Pero aquí no acaba nuestra labor, pues una vez seleccionados los libros que creemos convenientes y necesarios para nuestra aula, éstos deben ser contados. Es entonces cuando volvemos a entrar en juego. La forma y los recursos que utilicemos para contar y transmitir dichos libros, influirá decisivamente en el interés de los niños por la literatura. Son varias las estrategias a las que podemos recurrir para ello.
En primer lugar tenemos el cuentacuentos. Es una técnica, en la que el maestro con el único recurso con el que cuenta es con su voz y su expresión corporal. Transmitir una historia y despertar el interés en los niños es realmente complicado pero a la vez una experiencia enriquecedora para ambos. Para el que transmite la historia y para el que la escucha, pues se crea una relación afectiva realmente gratificante en la que la imaginación, la creatividad, la oralidad y la relación con los otros están constantemente presentes. Dentro de la estrategia de cuentacuentos, nosotros los maestro, contamos con numerosas técnicas para enfocar de un modo u otro la transmisión de las historias.
La segunda estrategia que hemos trabajado, y yo personalmente más a fondo; ha sido la narración con libros. La cual como bien indica el nombre, consiste en narrar un libro, utilizando éste como recurso. El maestro debe narrar la historia y no leerla. ¿Y cuál es la diferencia? Que durante la narración, el maestro tiene la libertad de modificar, o añadir algo de contenido; extenderse en una parte del libro o pasar por encima otra. Lo bueno de esta estrategia, es que tenemos la libertad de encaminar el cuento hacia un recorrido u otro en función de los intereses y del disfrute que los niños estén demostrando en el momento de la narración.
Y por último, tenemos la lectura. El maestro se dedicará a leer lo que en el cuento se dice con el fin de transmitir la historia tal y como está escrita. En este caso no existen modificaciones; ni se añade contenido ni se quita.
Las tres estrategias tienen una cosa en común. Todas deben ser practicadas por parte del maestro. El día de mañana cuando tengamos que contar un libro o una historia debemos hacerlo utilizando una de estas estrategias. Pero antes debemos preparárnoslas, para que el día que la utilicemos con nuestros alumnos, lo hagamos de forma adecuada y que los objetivos que nos hemos planteado sean conseguidos.
Otra de las cosas, en las que hemos puesto el acento durante este cuatrimestre, ha sido a la creación literaria de textos infantiles con niños y para niños. Hoy en día, tenemos la suerte de contar con una amplísima oferta editorial de literatura infantil con la que podemos formar una variada biblioteca. Pero en muchos colegios la falta de recursos económico dificulta este hecho. Como buenos maestros y amantes de la educación, no debemos permitir que esto afecte a nuestro objetivo de acercar la literatura  a las aulas de infantil.
Este nuevo recurso, como he dicho anteriormente puede ser con los niños o para los niños. Pueden ser ellos los dueños de sus propias historias y los creadores de éstas. O también podemos ser nosotros los que, basándonos en los gustos e intereses de los niños, los que creemos los libros. Para esta creación podemos recurrir a los textos en verso,  textos en prosa y a creaciones literarias. Dentro de cada género podemos encontrar muchos recursos con los que podemos contar para crear infinidad de libros.
Además, crear libros con tus alumnos favorece la relación que se tiene con estos, la relación entre ellos y la confianza en sí mismos y en los otros. Le da un toque especial y único a la biblioteca del aula, y a todo ello se le suma la iniciación (mediante el placer de hacerlo) a la lectura y a la escritura. No debemos olvidarnos tampoco de la imaginación, la cual juega un papel crucial en la creación de textos. En este ámbito pueden ser ellos mismos y exponernos de forma libre y lúdica qué sienten, qué les gusta, cuáles son sus sueños y también sus miedos.
Por último, una de las cosas que hemos tenido que hacer durante esta asignatura, ha sido la creación de una biblioteca de aula. Nuestra biblioteca ideal. Debíamos pensar, analizar y reflexionar acerca de cómo sería dicha biblioteca y que cosas no debían faltar en ella.
Ya estábamos en el final de la asignatura cuando tuvimos que hacer dicha creación, por lo que debíamos poner en práctica todo lo que sabíamos, todo lo que Irune nos había contado y todo lo que habíamos vivido.
Bien es cierto, que las bibliotecas de aula, son un requisito fundamental en las aulas de infantil, pero, ¿Qué importancia se le da?, ¿todas las aulas tienen el mismo tipo de biblioteca?
Gracias a las prácticas que pude disfrutar en Febrero; vi “más de cerca” una biblioteca para alumnos de 5-6 años. Una estantería, varios libros y un cartel en el que se hacía un seguimiento de los libros que tenía dicha biblioteca. Nunca, y cuando digo nunca es nunca, se contó un libro en mi clase. Un mes estuve esperando a que llegase ese momento, y llegó. Pero llegó de mi mano. He de decir que desde que empecé la carrera he ido adorando los libros, las historias que cuentan, los valores ocultos, y las ilustraciones con las que nos enamoran. Adoro como un niño puede llegar a ser tan feliz con una historia bien contada. Como sueñan, imaginan, viven, sufren y disfrutan con todo lo que a los personajes les ocurre. Es un verdadero placer ver eso. Y yo tuve la suerte de verlo, pero como he dicho  antes, lo vi el día que cogí un libro, me senté en el suelo y esperé. Se fueron acercando los niños, hasta que acabe con veintiocho pares de ojos mirándome y veintiocho bocas bien abiertas. Fue un momento genial, pero cuando salí de allí, la tristeza se apoderó de mí. ¿Por qué la maestra no le dio vida a aquella biblioteca? ¿Por qué no les leía libros a sus alumnos? ¿Por qué no alimentó y fomentó la presencia de la literatura en su día a día?
En el bloque 5, Irune nos han transmitido la importancia de una biblioteca viva en las aulas. No podemos llamar biblioteca a una estantería con cuatro libros. No, eso no es una biblioteca. Una biblioteca es la que está formadas por libros de todo tipo, libros pensados y analizados para que se ajusten a la edad con la que trabajamos. Libros literarios, paraliterarios (los cuales tienen como fin enseñar algo), creaciones hechas por ellos y por nosotros, revistas y libros personales (que cada niño trae). Pero además debe tener una ambientación. Debemos pensar en el rincón en el que estará, que iluminación tendrá, cuánto de cómodo será para los alumnos, cómo se dispondrán y que animación vamos a llevar a cabo. Porque la literatura no debe ser leída, debe ser contada; debe transmitirse con amor, con cariño, con dulzura y con respecto. Así, cada oyente podrá recopilar lo mejor de las historias y sobretodo disfrutará del tiempo que esté en la biblioteca; deseando volver a él una vez que lo haya abandonado.
Para finalizar con este artículo, con la asignatura y con el curso; he de decir que es cierto, que no sabía lo importante que era la literatura en nuestras vidas hasta que no he profundizado en esta asignatura. Pero es que no solo he podido descubrir eso, sino que además he podido interiorizar y despertar en mí esa ilusión y ese afán por trasmitirla de la mejor forma posible. Y esto he de agradecérselo a mi profesora Irune. Gracias por inculcarnos un poquito de todo el amor que sientes tú por lo que haces. Por transmitirnos las ganas de seguir soñando y luchando por lo que nos gusta y por creer en nosotros. Pero gracias por hacernos sentir especiales y únicos.
Estoy muy orgullosa del trabajo realizado, de la dinámica que hemos llevado a cabo, de haber tenido la suerte de disfrutar de una asignatura como esta y de que me haya tocado una profesora cómo la que me ha tocado. Siempre es un placer encontrar a personas que aman lo mismo que amas tú.
Aquí acaba mi paso por segundo y mi paso por la asignatura de Literatura Infantil; pero no acaba aquí mi amor por la educación, mi amor por la vida, mi amor por los niños y mi amor por todo lo bueno que la literatura hace surgir en las personas.

Y por último, utilizo esta última entrada para recalcar la importancia de los buenos amigos. yo tengo la suerte de haber contados con mis cuatro pilares fundamentales. siempre han estado y están ahí, para juntos superarlo todo. Gracias Carolina, Marta, Andrea y nuestro chico Iván; por quererme y cuidarme siempre.

Gracias y hasta pronto. 

Actividad 5: "Biblioteca de aula y animación a la lectura (Modificado)

            Una biblioteca en la escuela es uno de los elementos más importantes del aula, es un espacio lector más cotidiano en el escenario de la enseñanza.

            Hemos elaborado un rincón de biblioteca o lectura para un aula del 2º ciclo de Educación Infantil, de 4 años. Los alumnos del aula atenderán al desarrollo propio de los niños de esta edad. Hemos colaborado en su realización Andrea Balseca Piza, Iván Lamarca Almela, Marta Peláez Barra, Carolina Román Heras y yo, Claudia Silvero Flores.

            Queremos que nuestro espacio sea cercano, dinámico y divertido. Por ello, hemos basado nuestro rincón de lectura en la temática de las Mil y una noches, pues creemos que es importante dar un toque mágico que atraiga a los niños y se contagien de ese ambiente.


1. SITUACIÓN EN EL AULA (PLANO)


            Nuestra clase va a estar dividida por rincones: el rincón del juego simbólico con una casita, telas para disfrazarse, muñecos, etc.; el rincón del artista, con pinturas, plastilina, folios, punzones y demás material de papelería; el rincón de la construcción, con piezas encajables; el rincón de los juegos de mesa, con diferentes puzzles; y el que más nos interesa en esta actividad, EL RINCÓN DE LA LECTURA. En la parte central del aula se encontrarán las mesas de los niños y según entramos a la izquierda estará la mesa de la maestra. Por otro lado la pizarra (PDI) se encontrará junto al rincón de la asamblea. En esta clase no habrá ningún elemento que interfiera como columnas.


2. DISEÑO

            A medida que las actitudes hacia la infancia van cambiando a la vez que avanza sociedad, se puede comprobar que los espacios de aula de Educación Infantil también lo van haciendo. Eso es un punto a nuestro favor como educadores, ya que cada vez se va innovando más en este aspecto.

            Para crear un ambiente mágico de este rincón hemos buscado distintas temáticas en la que basarnos. Antes de ello, queríamos pensar en los niños y por supuesto en sus necesidades. Nos ha llamado la atención los comentarios de un bibliotecario muy importante en Gran Bretaña que predicaba que se debe dar a los niños un espacio cómodo y especial. Además, debe una posición importante y un  tamaño adecuado. Otro requisito importante es que la sala esté bien ventilada y el rincón de biblioteca bien iluminado.

            La idea de diseño de nuestro espacio de biblioteca es ambientar una esquina del aula, haciendo que sea un espacio grande. Contaremos con unas estanterías recicladas con unos palets de madera que previamente habremos lijado y barnizado. Los colocaremos de manera que en su interior se puedan colocar libros. Queremos con esta idea que se pueda ver con claridad la portada de los libros. También buscamos que le dé un ambiente natural al espacio.

            Otro elemento imprescindible en nuestro rincón de biblioteca son las almohadas y cojines cómodos para que los niños puedan sentirse a gusto en este espacio, para que se sientan "como en casa". Añadiremos al ambiente luces tenues para ambientar en la hora del cuento. Hemos recreado un ejemplo del espacio de la siguiente manera:



3. CONTENIDO/FONDOS

            Nuestro aula está formada por 26 alumnos, por lo que debemos tener por lo menos 2 libros por niño; habiendo así más variedad para elegir.

            Del total de los 52 libros, el 5% lo formarán aquellos que los niños traigan de casa. Deben traer sus libros favoritos y con los que más disfruten, con el objetivo de enseñárselo y compartir con los demás algo tan valioso para ellos. También habrá un 10% de libros que serán didácticos, los cuales utilizaremos para reforzar contenidos que trabajemos durante el curso. El 85% restante serán libros literarios, los cuales son imprescindibles en cualquier aula de infantil, pues son los necesarios para despertar en los alumnos el interés por la literatura, el desarrollo de la imaginación, el uso de la expresión oral, además del disfrute por ese momento y por la historia que estamos transmitiendo.

            Todos estos libros literarios, hemos decidido clasificarlos en tres grandes bloques, los cuales iremos intercalando a lo largo del año. Estos tres grandes bloques son: afectividad y relaciones sociales, los miedos infantiles y la superación y resolución de conflictos o problemas.

            Hemos hecho esta clasificación porque en la edad de los 4-5 años creemos que estos tres aspectos son necesarios empezar a trabajarlos. La afectividad, las relaciones sociales, ser capaces de resolver conflictos o superar miedos son objetivos que deben ir alcanzando los niños en esta etapa. La literatura es un recurso maravilloso para conseguirlo, porque a través del disfrute, de la imaginación, de la interpretación, de la reflexión y de la expresión oral podemos fomentar que los niños desarrollen y alcancen estas competencias tan necesarias para su desarrollo y para la interpretación del mundo que les rodea.

            Dentro del 10% de libros didácticos que encontramos en nuestra biblioteca, debe haber libros en los que los contenidos que se trabajen o se expongan estén relacionados con los contenidos que trabajemos del currículo: el cuerpo humano, el entorno, la familia, etc., con el objetivo de facilitarles dichos contenidos.

            El 85% de los libros que serán literarios, como hemos dicho anteriormente los clasificaremos en tres bloques. Los libros que no deben faltar en nuestra biblioteca son:

       Afectividad: El desarrollo afectivo puede entenderse como el camino a través del cual las personas establecen unos afectos y una forma de vivir y entender los mismos. Es un proceso continuo y complejo, con múltiples influencias. Este proceso va a determinar el tipo de vínculos interpersonales que establezca el niño y va a marcar el estilo de relacionarse con los demás. Por eso queremos ofrecerles este tipo de cuentos para que a partir de los mismos sean capaces de exponernos sus emociones respecto a la relación con sus iguales y sus referentes adultos. El objetivo principal es conocer qué les transmite a los niños y con qué se quedan ellos cuando escuchan estas historias. 






Título: Adivina cuánto te quiero.
Autor:  Sam McBratney
Ilustradora: Anita Jeram
Editorial: KOKINOS
Fecha de la 1ª edición: 1998 







Título: La ovejita que vino a cenar
Autor:  Steve Small Man
Ilustradora: Joelle Dreidemy
Editorial: Beascoa
Fecha de la 1ª edición: 2006






Título: El monstruo de colores
Autor: Anna Llenas
Ilustradora: Anna Llenas
Editorial: Flamboyant
Fecha de la 1ª edición:  2012  








Título: El pequeño Elliot en la gran ciudad
 Autor: Mike Curato
 Ilustrador: Mike Curato
 Editorial: D de Blok
 Año de la 1ª edición: 2015









Título: Perdido y encontrado
 Autor: Oliver Jeffers
 Ilustrador: Oliver Jeffers
 Editorial: S. L. Fondo de Cultura Económica de España
 Año de la 1ª edición: 2006




       Miedos: Cuando hablamos a nuestros alumnos acerca del miedo les estamos ofreciendo la posibilidad de que empaticen con el protagonista, dándose así cuenta de que lo que a ellos les ocurre también les pasa a otras personas. Pero tenemos que tener mucho cuidado a la hora de la elección del libro, por ello hemos escogido libros de 4-5 años. 





    Título: De verdad que no podía
     Autor: Gabriela Keselman
     Ilustrador: Noemí Villamuza
      Editorial: Kókinos
      Año de la 1ª edición: 2007




 


 Título: Yo mataré monstruos por ti
 Autor: Santi Balmes
 Ilustrador: Lyona
 Editorial: Principal de los Libros.
 Año de la 1ª edición: 2011




 

 Título: El gato miedoso y Bú
 Autor: Michael Broad
 Ilustrador: Michael Broad
 Editorial: Beascoa
 Año de la 1ª edición: 2008





       Superación de conflictos: En el día a día de los niños, son muchos los problemas o las dificultades que se le presentan y que por tanto deben saber superar y solventar. Deben aprender a buscar distintas soluciones a los problemas, a ayudar a los demás y a aceptar la ayuda de estos. En los libros que hemos seleccionado, los protagonistas deben enfrentarse a un problema concreto bien sea tomando sus propias decisiones o ayudándose de otros. Estos son algunos de los cuentos que creemos que deberían estar presentes en nuestra biblioteca:


 

Título: ¿A qué sabe la luna?
 Autor: Michael Greniec
 Ilustrador: Michael Grejniec
 Editorial: Kalandraka Editora
 Año de la 1ª edición: 1999








 Título: El capitán Hugo y los piratas
 Autor: Peter Bently
 Ilustrador: Helen Oxenbury
 Editorial: Juventud
 Año de la 1ª edición: 2015








Título: Las jirafas no pueden bailar
 Autor: Giles Andreae
 Ilustrador: Guy Parker-Rees
 Editorial: Bruño
 Año de la 1ª edición: 2014




 Título: El topo que quería saber quién se había hecho eso en su cabeza
 Autor: Werner Holzwarth y Wolf Erlbuch
 Ilustrador: Wolf Erlbuch
 Editorial: Alfaguara
 Año de la 1ª edición: 2002




 Título: La vocecita
 Autor: Michael Escoffier
 Ilustrador: Michael Escoffier
 Editorial: Kókinos
 Año de la 1ª edición: 2012






Pero también debemos reservar dentro de nuestra biblioteca un espacio para los libros del tutor, es decir, libros que el tutor utilice como recurso para contar y transmitir a sus alumnos otro tipo de historias. Uno de los libros que no deben faltar en dicho espacio, es “El libro de los 101 cuentos”. En este libro encontramos 101 cuentos folclóricos, que podremos contar de forma oral; pues dichos cuentos no están adaptados para niños. El rol del maestro es adaptarlos y transmitírselos de forma oral, trabajando así; la imaginación, la creatividad y la comprensión auditiva; además de hacer que nuestros alumnos disfruten y sueñen con nuevas historias. 

Este espacio deberá estar al lado del lugar en el que el maestro/a se situará para contar las historias y los libros.



4. ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN

Gestión
            Hemos decidido realizar unos carnets para el servicio de préstamo para poder llevarse los libros a casa. Esto consistirá en que cada niño tendrá un carnet con su foto, nombre, y clase a la que corresponde, el cual se colocará en un apartado que crearemos simulando un buzón en la zona de los casilleros, guardando de esta manera cada uno el suyo en el casillero correspondiente.

            Los libros se podrán coger el viernes y se devolverán el lunes siguiente sin falta, dejando así todo el fin de semana de por medio para que los niños puedan disfrutar del libro en casa con sus familias. Cada viernes en la “hora de selección de cuentos” habrá un ayudante de la bibliotecaria, en este caso la tutora de clase, que repartirá los carnets a los compañeros y de forma ordenada por grupos de mesas, se levantarán a la biblioteca a elegir el libro que desean llevarse a casa. El lunes en la hora de la asamblea se devolverán los libros y tendrán la oportunidad de contar si les ha gustado o no, quién les ha leído el libro, etc. Una vez devuelto el libro se recogerá el carnet de la biblioteca y cada niño se encargará de ponerlo de nuevo en su casillero correspondiente.

            La maestra tendrá un registro del libro que se lleva cada niño cada semana, para asegurarse de que es devuelto y de que no repitan libro. En el registro aparecerá el nombre del niño junto con los mismos datos del carnet y además se pondrá una foto en miniatura de la portada de cada libro que se lleve.


Normas:

-      Cada niño tendrá su carnet y no podrá ser transferible.
-      Sin el carnet no es posible llevarse el libro a casa.
-      Deberán cuidar los libros y en caso de pérdida las familias serán las encargadas de comprar y traer de nuevo a la escuela dicho libro. Así mismo si los libros vuelven en mal estado las familias se encargarán de repararlo.
-      Cada viernes se elegirá un ayudante para la biblioteca.
-      El libro se devolverá el lunes sin falta.
-      Si no se devuelve el lunes el libro se penalizará con un viernes sin coger libro de la biblioteca.
-      Si dos niños quieren llevarse el mismo libro deberán llegar a un acuerdo entre ambos de manera respetuosa.


5. DINAMIZACIÓN Y ANIMACIÓN

            Para la dinamización de este espacio emplearemos la temática previamente mencionada: las mil y una noches. Para ello hemos tenido en cuenta los tres momentos esenciales en la hora del cuento: el momento previo a la lectura, la presentación del libro y su lectura y el momento posterior a la misma que emplearemos de cierre.

            La idea principal es que sea Sherezade la persona encargada de la hora del cuento. La maestra deberá disfrazarse de este personaje para que de esta manera los niños relacionen su entrada en el aula con la hora del cuento.

            En el momento previo a la lectura, llegará Sherezade y mientras canta la siguiente canción irá indicando a los niños de cada grupo de mesas que se acomoden en el rincón de la lectura. Una vez todos allí Sherezade encenderá las luces tenues y apagará las del aula para crear una nueva atmósfera  mágica.





            A continuación, Sherezade presentará y leerá o narrará el libro o realizará el cuenta cuentos, dependiendo de la técnica que vaya a emplear.


            Por último, tras finalizar de leer, narrar o contar, Sherezade se despedirá de los niños soplando un poco de purpurina con ellos y pidiendo el deseo de la semana. Después encenderá las luces del aula y abandonará la clase hasta la próxima vez. 


LABAJO, I. (2016). Apuntes Literatura Infantil. CSEU La Salle (Madrid).

http://www.casadellibro.com/ (Consultado: mayo 2016)